La Ley 8/2005, de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid regula la gestión del arbolado de todos los municipios madrileños. En cuanto a los trabajos de tala, esta no permite la tala de árboles en la Comunidad de Madrid sin causa justificada. Para poder ejecutarla, previamente se debe cumplir con todo el *procedimiento para pedir un permiso de tala* y los trabajos a realizar no podrán iniciarse hasta que se reciba por escrito la autorización de la Concejalía de Medio Ambiente del municipio donde se encuentre el ejemplar a tratar. El incumplimiento de los preceptos requeridos será objeto de importante sanción económica para el propietario de los ejemplares.
¿Por qué contratar una empresa para la tala de árboles en Villaviciosa de Odón?
Como hemos mencionado, la normativa de protección medioambiental vigente no permite la tala indiscriminada de especies arbóreas, pero, desafortunadamente, en ocasiones no existe otra solución.
Sin duda, la tala de árboles es un trabajo que debe ser ejecutado por profesionales del sector y, para ello, se debe contratar una empresa de tala de árboles en Madrid.
Para realizar este trabajo en primer lugar se debe conocer la normativa y los requerimientos administrativos. En segundo lugar, una planificación previa para garantizar un trabajo seguro tanto para el operario como para el entorno. En tercer lugar se iniciará el proceso de tala de árboles o, lo que es lo mismo, los pasos para talar un árbol correctamente como: estudiar la dirección de la caída, decidir la técnica de tala de árboles, elegir las herramientas idóneas, entre otros. Por último, la empresa o talador profesional se hará cargo de los restos vegetales cortados.
Por todo ello, es fundamental que sea personal cualificado y con experiencia el que se encargue de la tala de árboles en Villaviciosa de Odón.
Tala de árboles en Villaviciosa de Odón
En la actualidad, se busca dar prioridad a espacios verdes e integrarlos en el diseño urbano a la vez que se incorporan importantes partidas presupuestarias para su cuidado y mantenimiento con el fin de maximizar sus beneficios.
Pero, en ocasiones, unas nefastas gestiones del arbolado urbano heredadas del pasado, adversidades climatológicas, afectación arbórea, afectación pública o razones de seguridad obligan a ejecutar la tala de árboles.