Reglas básicas de la poda de árboles

Reglas básicas de la poda de árboles

Reglas básicas de la poda de árboles

Los árboles, plantas y arbustos necesitan, en ocasiones, de una poda para mejorar fundamentalmente su desarrollo y aspecto. Además a través de esta práctica se libran de ramas, hojas y flores secas y/ o dañadas, pero podar de manera incorrecta puede perjudicar gravemente a estos elementos vegetales. Por ello, conocer las reglas básicas de la poda es de vital importancia para no cometer errores.

Principios básicos de la poda de árboles.

El arte de podar o guiar los árboles para un mejor desarrollo y formación tiene su origen durante los siglos XIV y XV. En la poda de árboles existen diferentes creencias, criterios y técnicas que se han ido desarrollado a lo largo de todos estos siglos. Hecho que envuelve este trabajo en una verdadera confusión sino se tienen todos los conocimientos necesarios para tal labor. Para no caer en errores o precipitarnos en el trabajo de la poda existen unas reglas básicas para la poda de árboles que detallamos a continuación:

  • Conocer el propósito y objetivo de la poda. Cualquier trabajo de poda debe iniciarse con un estudio previo en el que se analice la razón por la cual se poda. Algunos de los motivos más habituales son: corrección de defectos, disminución de la copa, extracción de ramas para permitir el paso del aire hacia el interior, incrementar la entrada de luz, aumentar la floración y/o producción, peligro de caída, etc. Jamás debe podarse sin justificación alguna, puesto que la poda supone una agresión.

Hay una primera regla básica para la poda de árboles: toda poda persigue un objetivo.

  • Identificar el momento adecuado para ejecutar el trabajo de poda. En general, las podas deben realizarse en la época de receso vegetativo. Es decir, cuando el ejemplar baja su producción, desprende sus hojas y ralentiza su crecimiento para abordar el gélido invierno. Además se ha de tener en cuenta  el clima, las temperaturas y conocer las condiciones fenológicas de cada especie, esto es, la evolución de los árboles durante su ciclo vital en función de las características ambientales que haya en ese momento.
  • Intentar conservar la forma natural del árbol. Todos los árboles tienen su dinámica de crecimiento que es imprescindible que se conozca en detalle y profundidad antes de coger las herramientas de poda. Se debe procurar que la manipulación del árbol por la mano del hombre busque siempre estar en consonancia con su naturaleza en cuanto a su proceso de crecimiento y desarrollo. No olvidemos que una poda excesiva puede tener consecuencias nefastas para el ejemplar.

Aplicar el tipo de poda correcto es fundamental para conseguir objetivos a corto y largo plazo.

  • Tipos de poda. Una regla básica de la poda de árboles es conocer el tipo de poda a realizar según aquello que necesita favorecer para alcanzar el objetivo. La podas más frecuentes son: poda de formación, poda de limpieza, poda de mantenimiento, poda de rejuvenecimiento.
  • Herramientas de poda. Para podar de la manera más cómoda y eficiente se deben utilizar herramientas de poda como tijeras de poda, cortasetos, podadoras, podadora telescópica, motosierra para ramas gruesos…según tengan que cortarse ramas delgadas, troncos espesos… así  como la dificultad o facilidad para acceder a las ramas. También es importante hacer uso de gafas de seguridad, buenos guantes, protectores auditivos y ropa gruesa. Por último y no menos importante, estas herramientas siempre deben utilizarse limpias, desinfectadas y afiladas.​


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