Razones para la poda de árboles y arbustos

Además de la finalidad ornamental, los árboles y arbustos también reportan múltiples beneficios tanto al medio ambiente como a los personas. Pero para conseguir unos ejemplares sanos son necesarios unos cuidados, siendo la poda de árboles y arbustos fundamental para tal objetivo.

Las ventajas de una poda de árboles, bien ejecutada desde el conocimiento, es la base para que el ser humano pueda beneficiarse de todos aquellos aspectos positivos que estos nos aportan en nuestro día a día.

¿Por qué contratar una empresa para la poda de árboles y arbustos?

Los arbustos, árboles y resto de plantas de gran tamaño deben podarse de manera regular para que se mantengan en buen estado de salubridad.

A la hora de iniciar cualquier tipo de poda se debe ser consciente de que estamos manipulando la naturaleza de un ser vivo, por tanto, cualquier equivocación en nuestro trabajo podría acarrear consecuencias nefastas para su salud. Cada especie tiene unos requerimientos de poda diferentes. Incluso dos ejemplares de la misma especie pueden precisar un tipo de poda distinto dependiendo de sus necesidades concretas. Su ubicación, crecimiento, orientación hacia el sol, edad, estación del año, climatología del lugar, etc… son solo algunos aspectos que se han de tener en cuenta antes de iniciar la poda de árboles y arbustos. Por tanto, lo más conveniente es contratar una empresa de poda de árboles para tal labor. Además cuando esta se realiza de manera correcta, los árboles y arbustos crecen y florecen de manera adecuada manteniendo el equilibrio. Asimismo en el caso de la poda de árboles frutales su cosecha será garantía de calidad.

Motivos para la poda de árboles.

La gran mayoría de las técnicas de poda arbóreas modernas están centradas en la formación, mantenimiento y conservación de los ejemplares.  Esta labor debe encaminarse siempre hacia un fin específico. Mejorar la estructura del ejemplar, estimular su desarrollo, mejorar la floración, mejorar la calidad de sus frutos (árboles frutales), evitar daños en infraestructuras u ocultación de señales de tráfico (árboles urbanos) o motivos de salubridad son los principales objetivos de la poda de árboles.

La poda de árboles es una práctica habitual en el mundo agrícola.

Para realizar este trabajo con toda las garantías es esencial conocer la fisiología y morfología del árbol y sus necesidades. Por ello, si se debe podar un ejemplar siempre es recomendable contar con una empresa profesional como Ajardina que nos asesorará y trabajará teniendo en cuenta la especie, género y requerimientos del propio ejemplar así como aplicará el tipo de poda adecuado.

Los diferentes tipos de poda son:

• Poda de formación.
• Poda de pinzamiento.
• Poda de saneamiento.
• Poda de fructificación.
• Poda de floración.
• Poda de rejuvenecimiento.
• Poda de floración.

Objetivos de la poda de arbustos.

Dentro del mundo vegetal los arbustos ornamentales comprenden gran número de géneros y especies distintas. Por ello, tanto para su plantación, posterior mantenimiento y poda es obligatorio conocer su fisiología, forma y ciclo vegetativo. Gracias a la poda de arbustos mantenemos no solo su forma estética y restablecemos su equilibrio, sino que, minimizamos y/o evitamos la presencia de plagas y enfermedades.

La poda de árboles y arbustos es esencial para su correcto desarrollo.

La tipología de poda, al igual, que en la poda de árboles depende de varios factores variando la técnica a aplicar. En el caso de estos elementos vegetales tan habituales en parques y jardines las razones más habituales para su poda son:

• Formar el esqueleto del arbusto seleccionando las ramas cuando  es joven (poda de formación).
• Evitar la propagación de plagas eliminando las ramas muertas o dañadas por estas y por las diversas enfermedades (poda de limpieza).
• Corregir la estructura natural extrayendo las ramas internas cruzadas que enmarañan y evitan un correcto desarrollo además de quitar la luz y el aire en el interior del arbusto (poda de mantenimiento).
• Rejuvenecer el arbusto eliminando ramas envejecidas o secas con el objetivo de conseguir nuevos y sanos brotes durante la primavera (poda de renovación o rejuvenecimiento).​