Poda del fresno y cuidados

Poda del fresno y cuidados

Poda del fresno y cuidados

El fresno es el nombre común que reciben las diferentes especies del género Fraxinus. Por sus características lo encontramos tanto en las zonas húmedas y frescas de montaña como en las urbes.

Pero para que se pueda disfrutar plenamente de ellos es necesario conocer sus necesidades siendo diferentes según su ubicación, por ello, la poda y cuidados del fresno siempre debe ser realizada por personal cualificado.

Al igual que para el resto de especies, la poda de árboles  es fundamental para su correcto desarrollo.

Características principales del fresno común.

En la Península Ibérica contamos con tres especies autóctonas de fresnos: Fraximus ornus, Fraximus excelsior y Fraximus angustifolia, siendo este último el más común en España.

El fresno común es un hermoso árbol cuya principal característica son su follaje caducifolio y sus grandes dimensiones. Su altura habitual oscila entre los 8 y 12 metros, aunque no es difícil encontrar ejemplares cuya altura alcanza los 20 metros. Su tronco es bastante duro, recto y fuerte. En cuanto a sus ramas, estas tienen un follaje bastante denso con amplia copa.

Además de su uso ornamental, el fresno es un árbol con una madera muy preciada y unas hojas con propiedades curativas.

Este árbol, también conocido como árbol de la suerte, tiene una gran capacidad de adaptación a los ambientes templados creciendo en todo tipo de suelos, incluyendo los calcáreos. Soporta sin problema tanto los fríos y las heladas que se dan en invierno en la Comunidad de Madrid, como los fuertes calores estivales que se dan en esta región.

Debido a sus necesidades hídricas se localiza de manera natural en las proximidades de los cursos de agua como ríos, arroyos o áreas temporalmente inundables, constituyendo su hábitat prioritario. Lo encontramos en diferentes espacios naturales de la Comunidad de Madrid como el Parque Regional del Sureste y en torno a los principales ríos de esta región: Jarama, Manzanares, Henares y Tajo.

También es una especie común en las áreas verdes de las grandes ciudades, aunque en estas requiere poda y cuidados del fresno adecuados a su lugar de ubicación.

Poda del fresno común y cuidados

Como acabamos de mencionar, gracias a su facilidad para adaptarse al entorno es un árbol que encontramos en las grandes ciudades. Gracias a sus frondosas ramas y enormes dimensiones podemos protegernos del intenso sol en verano, lo que lo convierte en una de las especies ideales para plantar en terrenos amplios o jardines espaciosos. Además no comporta grandes cuidados para mantenerse en buen estado de salubridad.

  • Riego regular. Dentro de los cuidados del fresno destaca, principalmente, la necesidad de riegos regulares pues no resiste la sequía. Lo ideal es regarlo 3 o 4 veces a la semana durante las estaciones más cálidas. Durante el invierno debido a la reducción de su actividad solo es necesario regarlo una vez por semana.
  • Poda del fresno. En cuanto a la poda del fresno común, es aconsejable realizarla entre finales de invierno y principio de primavera, mientras el árbol continúe en reposo vegetativo. Para conseguir ejemplares sanos y vigorosos cuando llegue la primavera, es fundamental eliminar las ramas rotas, enfermas, infectadas o muertas. Recordemos que erradicando estas ramas se reduce considerablemente la posibilidad de que contraiga enfermedades y se limita sustancialmente la presencia de plagas. Además su amplia y frondosa copa necesita ser podada para mantener un ejemplar equilibrado. Sin embargo, debido a sus dimensiones la poda de un fresno grande siempre debe realizarla personal cualificado.

Podar el fresno adecuadamente garantiza una fuerte estructura.

  • Trasmocho. La madera del fresno es de fibra larga y flexible por lo que se ha venido utilizando desde la antigüedad para diferentes usos. Ese hecho unido al valor nutritivo que tienen sus hojas y rabillos tiernos para el ganado y las propiedades medicinales de sus hojas lo convierte en un árbol muy apreciado.

Para su poda en las fresnedas se utiliza la técnica del trasmocho. Esta técnica ha surgido por la intervención humana en la naturaleza. El trasmocho consiste en realizar una poda completa cuando el árbol alcanza una determinada altura, dejando solo el tronco y su eje principal de prolongación limpio. Esta técnica es conveniente realizarla al final del verano garantizando tanto que el fresno brote año tras año con más vitalidad y haya un aprovechamiento forestal sostenible. Hay que tener en cuenta que el trasmocho puede realizarse de diversas maneras según forma, edad e incluso especie, por lo que, siempre debemos dejar este tipo de poda especial en manos profesionales como el personal de Ajardina.es.​



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