¿Qué es la poda de desmoche y de terciado?

Qué es la Poda de desmoche y de terciado-

¿Qué es la poda de desmoche y de terciado?

La estructura natural de los árboles presenta una gran variedad de formas y hábitos de crecimiento, por lo que, se convierte en una maravilla de la naturaleza. Por esta razón, es fundamental a la hora de podar un árbol conservar su forma natural y dejarlo siempre en manos expertas y en ningún caso hacer la poda de desmoche o de terciado.

Por ello, en el arbolado urbano es fundamental antes de plantar un árbol tener en cuenta la ubicación (calle, plaza, avenida donde va a ser plantado) para poder elegir el tipo de especie idóneo. Solo emplazándolos en el lugar apropiado y calculando su crecimiento en la etapa adulta, el cual no vaya a interferir ni en el cableado, señales de tráfico o edificios colindantes, podremos evitar cualquier tipo de intervención  drástica.  En el pasado estos factores no se tenían en cuenta, es por lo que, en la actualidad se llevan a cabo podas severas perjudiciales.

En la ciudad tanto jardines como calles o avenidas son espacios reducidos y, en cierta manera, un hábitat no natural para los árboles. En este enclave específico se les pide desarrollarse es, por ello, que en algunos casos puedan estar justificados ciertos métodos de poda drásticos. Los árboles urbanos sufren a lo largo de su vida constantes podas que, de no realizarse por profesionales que lleven a cabo el tipo de poda necesario, pueden provocarles alteraciones morfo-fisiológicas.

Tanto el desmochado como el terciado tienen como objetivo reducir el volumen de la copa del árbol de manera radical.

El desmochado como el terciado no son tipos de poda aconsejables por los especialistas, ya que, debilitan al árbol y pueden traer graves consecuencias para el arbolado. Siendo en la gran mayoría de los casos prácticas completamente innecesarias y desproporcionadas.

PODA DE DESMOCHE.

¿Qué se entiende por poda de desmoche? se entiende la poda indiscriminada de las ramas de los árboles, dejando garrones o muñones. Esta drástica reducción del tronco y sus ramas principales es la poda más dañina para el árbol. Este trabajo no solo no fortalece al árbol sino que lo debilita, ya que el tronco queda sin defensas. Además cuando se eliminan de manera tan drástica, la corteza queda excesivamente expuesta a los rayos solares. El resultado puede ser la quemadura de los tejidos de debajo de la corteza.

Por otro lado, cuanto más grandes sean las heridas del árbol más tardan en cicatrizar y, por tanto, este hecho favorece la aparición tanto  de enfermedades como de plagas arbóreas. En este caso, la consecuencia de una poda errónea será la pudrición del tronco.

En las ciudades es fácil ver árboles mutilados o desmochados, desprovistos de casi todas sus ramas resultantes de una mala praxis.

En el caso de la poda de desmoche, el árbol activa un mecanismo propio de supervivencia que consiste en la generación descontrolada de una gran cantidad de chupones que más tarde se transformarán en ramas y hojas para producir fotosíntesis, con el fin de compensar el déficit de alimento. Esto da paso a una nueva generación de ramas débiles y quebradizas.

TERCIADO.

Por terciado se entiende la poda en la que se corta la copa eliminando la totalidad de las ramas principales, dejándolas a un tercio de su longitud. En este caso, el árbol toma la apariencia de tenedor, perchero o candelabro.

Esto suele observarse, generalmente, cuando se realiza una mala poda de árboles urbanos, lo cual lleva a una deformación así como un desequilibrio de la copa. A pesar de que el arbolado urbano se encuentra limitado a la hora de su crecimiento, nunca debe perder su silueta natural. Una poda incorrecta de la copa del árbol podría llevar a desequilibrar toda su estructura así como incrementar el riesgo de caída de ramas una vez empiezan a crecer. En las ciudades cualquier caída de ramas puede acarrear consecuencias tanto para el peatón, coches, motos o , incluso, para el mobiliario urbano.

Debido a errores de ubicación en el pasado, la vista de árboles como chopos, álamos o plátanos de sombra desmochados o terciados es todavía frecuente en municipios pequeños como Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Boadella del Monte, Coslada… así como en grandes ciudades como Madrid, Toledo, Ávila, entre otras.

Además se ha de tener en cuenta que hay especies que no soportan las podas fuertes : fresno, abedul, castaño de indias, prunus, etc.

En definitiva, a la hora de podar un árbol se han de realizar actuaciones razonables y técnicas dejándolo siempre en manos profesionales que conozcan las características y necesidades concretas de cada especie, así como sus reacciones ante cualquier tipo de poda. Sin duda, lo más recomendable es realizar unas podas suaves y de mínima intervención que ayuden a mantener la estructura natural del árbol y contribuyan a su perfecto desarrollo.

Nuestro personal en Ajardina tiene más de 15 años de experiencia y miles de trabajos realizados son nuestro mejor aval, garantía de un trabajo bien hecho.​



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