15 Nov La mala poda de árboles y las consecuencias que producen
Cuando se realiza una mala poda de árboles por inexpertos o no profesionales puede tener consecuencias irreversibles tanto para la salud del árbol, como para su estabilidad así como su apariencia.
En muchos casos, la consecuencia final de una poda mal realizada es la muerte del árbol.
¿QUÉ SIGNIFICA PODAR UN ÁRBOL?
La poda de altura es el proceso de recortar un árbol o arbusto cuyo objetivo puede ser estético o funcional.
En el mundo agrícola es una práctica muy común, ya que, realizada de manera correcta incrementa la cantidad y la calidad del fruto resultante, así como floraciones más abundantes. También la poda de árboles en el arbolado urbano, sobretodo en la poda de árboles de sombra, es una técnica habitual para contener su crecimiento evitando de esta manera futuros accidentes como caídas de ramas, problemas con el cableado eléctrico, etc… así como una adecuada distribución de las ramas.
Una de las principales consecuencias de una mala poda de árboles es una pérdida importante de su esperanza de vida.
No todas las especies reaccionan igual ante la poda, ni todas necesitan los mismos tipos de poda. Según características concretas de cada especie y género arbóreo, los árboles tiene unas necesidades concretas. Se ha de tener en cuenta la edad y la climatología, siendo estos sólo algunos de los aspectos a considerar antes de ponerse manos a la obra.
Es precisamente en el arbolado urbano donde es más patente la mala praxis por parte de los operarios, los cuales realizan, en muchos casos, podas severas innecesarias. La escasa formación del personal de algunas empresas encargadas del arbolado urbano con unos operarios que ejecutan desmoches o terciados en vez de podas correctas, nos lleva a la muerte agonizante de muchos árboles en nuestras ciudades.
CONSECUENCIAS DE UNA MALA PODA DE ÁRBOLES
Las consecuencias de mala poda trae consigo una serie de efectos negativos irreversibles, entre los que se encuentran:
Pudrición del árbol. Cuanto más grande sea la herida realizada durante la poda, más difícil será su cicatrización y, por tanto, más vulnerable se encuentra ante agentes externos. Favoreciendo la aparición de plagas y convirtiéndose en un foco de enfermedades arbóreas.
Para podar un árbol correctamente se debe conocer el cuándo y el cómo, además de utilizar las herramientas idóneas.
Deformación y desequilibrio. A la hora de ejecutar cualquier tipo de poda debe priorizar siempre el mantener la estructura natural del árbol. Sin embargo, este hecho no suele ocurrir en las ciudades donde, en ocasiones por falta de espacio, se poda de manera drástica la copa año tras año. Tras esta poda mal realizada se acaba desequilibrando la estructura natural del árbol.
Debilitamiento de las ramas. Tras un poda excesiva o desmoche el árbol activa un mecanismo de supervivencia. Este consiste en generar, a través de los chupones, el crecimiento de ramas de manera descontrolada para poder realizar la fotosíntesis tan necesaria para la vida del árbol. El problema radica en que estas ramas son débiles y quebradizas.
Muerte del árbol. Como hemos comentado al inicio del artículo, la consecuencia final, sobretodo a medio y largo plazo, de una mala poda es la muerte de este ser vivo, porque no nos olvidemos que los árboles no son un objeto ornamental.
El mantenimiento de los árboles es fundamental para el medio ambiente, por tanto, no podemos dejarlo en manos no profesionales porque las consecuencias pueden acarrear graves problemas no solo para el árbol sino también para el bienestar del resto de seres vivos.
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