¿Conoces las cuatro podas más comunes en los árboles urbanos?

Conoces las cuatro podas más comunes en el árboles urbanos

¿Conoces las cuatro podas más comunes en los árboles urbanos?

A lo largo de la vida del árbol y según sus necesidades concretas en cuanto a especie y momento biológico, son necesarios los trabajos de poda. Estos son las cuatro podas más comunes en los árboles urbanos:

  1. Poda de formación.
  2. Poda de mantenimiento.
  3. Poda de limpieza.
  4. Poda de seguridad.

Los árboles urbanos, sobretodo aquellos que se encuentran en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, necesitan trabajos de mantenimiento para que se desarrollen de manera correcta fuera de su hábitat natural. Por ello, la poda de árboles en Madrid es una labor necesaria para que estos ejemplares que ocupan calles, plazas, avenidas, etc.. crezcan fuertes dentro del entorno urbano.

La poda de árboles urbanos es un trabajo necesario debido al medio hostil en el que se deben desarrollar.

De sobras son conocidos los beneficios que estos aportan no solo sobre el equilibrio ecológico en el medio ambiente sino también para la supervivencia del ser humano. Estos elementos vegetales dentro de un entorno tan hostil para ellos como son las ciudades repletas de contaminación, obstáculos aéreos como cableados, infraestructuras e, incluso, el incivismo no ven favorecida en absoluto su perpetuidad en el tiempo. Prueba de ello es la dejadez en la que se encuentran muchos de estos ejemplares en las grandes urbes. Por no hablar de las podas drásticas donde manos inexpertas cortan de manera indiscriminada las ramas de los árboles sin justificación alguna dejando a su paso árboles mutilados.

Las podas más habituales en el arbolado urbano.

1/ Poda de formación. Dentro de las cuatro podas más comunes en los árboles urbanos encontramos la poda de formación. Este tipo de poda se lleva a cabo durante la primera etapa de vida del ejemplar pudiéndose prolongar hasta los 3/4 años. Su principal objetivo a la hora de ejecutarla no es otro que conseguir una estructura firme y robusta. Además durante este tiempo también se seleccionarán las principales ramas que formarán la estructura final.

2/ Poda de mantenimiento. Este tipo de poda se realiza durante la fase madura o adulta del ejemplar. Se pretende controlar y guiar el desarrollo sobre la estructura básica, siendo este su objetivo principal así como mantener en buen estado las diferentes especies arbóreas.

A la hora de podar lo que debe primar es el objetivo de la misma, buscando siempre la mejora del ejemplar.

3/ Poda de limpieza. Su finalidad es la eliminación de elementos y formaciones  que resulten no deseables para el árbol. Eliminar aquellas ramas secas, enfermas, dañadas, mal orientadas, chupones no aprovechables, rebrotes de raíz, cuello o tronco… este tipo de poda debe incluirse en cualquier gestión de arbolado urbano puesto que, implica saneamiento de ramas o elementos que resten energía al ejemplar.

4/ Poda de seguridad. Aunque existen otros tipos de poda, dentro de las podas más comunes en los árboles urbanos no podía faltar la poda de seguridad.  Consiste en extraer aquellas ramas o parte de ellas que presentan riesgos para el entorno o para el ejemplar. Algunas de las causas más frecuentes para ejecutar esta poda que se suele aplicar de manera puntual son: evitar riesgos causados por causas evidentes (tormentas, nevadas, ciclones, incivismo…), ocultación de señalización viaria, edificaciones, instalaciones, afectación al paso de peatones o vehículos etc…​



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